viernes, 24 de febrero de 2012

¿QUE PASA EN FERRARI?

Ni Ferrari ni Fernando Alonso ni Felipe Massa están logrando evitar el desánimo que empieza a cundir entre los fans de Ferrari y la F1 en general. Es una trampa mil veces contada la de los test de pretemporada, cierto, pero también es una evidencia que existe ese recelo sobre el nuevo F2012.
Ayer, Michael Schumacher rodó con el nuevo Mercedes 127 giros con buenos tiempos, McLaren, 114, y Red Bull casi otro centenar. Todos hacen los simulacros de carrera mientras Ferrari rueda menos (80), con tandas muy cortas y lejos, parece, de tener un coche más o menos hecho.
Irónicamente, Webber (Red Bull) y Massa (Ferrari) marcaron el mismo tiempo en Montmeló, 1.24:771, calcado hasta la milésima, pero este registro parece reflejar dos realidades bien distintas. Uno es un coche evolución del de hace varios años "y sería una sorpresa que andara mal", según Alonso. El otro, un recién nacido que se sigue investigando y probando sin que nadie sepa a ciencia cierta cuál será el resultado final. "No estamos donde nos gustaría estar", tuvo que reconocer Fernando.
¿Se ha pasado Ferrari con el riesgo en el nuevo coche? Varias son las dudas que emergen en estos momentos. Primero, la aerodinámica, "porque seguimos intentando entenderla y supongo que tenemos potencial para explotarla", dice el español. Ferrari ha probado al menos dos posiciones de los escapes, aunque en Italia dicen que incluso tres como McLaren, porque parece que de nuevo Red Bull ha acertado con esa orientación bizca de sus dos salidas de gases.
El F2102 también está padeciendo con la tracción al abandonar los giros. "La salida de las curvas es un punto en el que estamos sufriendo y que necesitamos mejorar, es verdad", reconoce Fernando. Siguen haciendo muchas pasadas lentas en rectas, a 150 km/h, la clásica toma de datos que a estas alturas ha elevado la preocupación de que sigan sin casar al cien por cien los datos de pista con los del túnel del viento, algo que ya dejó entrever Fry, jefe técnico, en Jerez.
Por otra parte, las prestaciones de los neumáticos han vuelto a cambiar y les está costando cogerle el tranquillo. El Ferrari por fin parece calentarlos y extraer su máximo en la primera vuelta, algo importante para lograr poles que se resisten desde Singapur 2010. Pero también caen de rendimiento muy pronto, un problema generalizado en el resto de equipos.
"Ahora están todos los compuestos más cerca, hay 1,2 ó 1,3 segundos entre el más blando y el más duro, mientras que en 2011 había un segundo o más", dice Fernando. Otro problema que hay que meter en la ecuación del nuevo coche.
El tiempo corre en su contra. Justo en el año en el que menos test de pretemporada hay, se ha apostado por el riesgo y la minuciosa puesta a punto del complejísimo F2012, que se come las horas del día sin pestañear. Ferrari busca desesperado la velocidad y las prestaciones. Mejor dar cuatro vueltas con una pieza nueva, parar y meter otra, que dar 20 ó 30 para buscar la fiabillidad. Al contrario que el resto.
Espías
"Ferrari y McLaren teníamos que arriesgar y lo hemos hecho para plantar cara a Red Bull, cada uno con una filosofía diferente. Veremos la realidad en Melbourne y, lo que es más importante, en noviembre", dice Alonso. "Estamos probando elementos extremos que requieren un análisis muy profundo, los resultados emergerán la semana que viene", concede Ferrari. "¿Cuántos puntos dan por ser primero en los test? Ninguno, no significan demasiado", añade, ya que detecta el nerviosismo. Mientras, un ingeniero italiano espiaba el Red Bull cuando era traído por la grúa tras un parón. ¿Sintomático? No. Ya se sabe que los test no valen para nada.

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